La historia de los buggys y los buggys en Argentina
Historia de los Buggys A principios de los 60, Bruce Meyer, un joven que pasaba sus días entre el surf, las carreras de cuarto de milla y la playa, aprovechando su experiencia en el manejo de la fibra de vidrio, decidió crear una carrocería para aprovechar la mecánica de un destartalado VW Beetle (VW Escarabajo por nuestras tierras) y asi poder hacerse de un vehiculo practico para usar en la playa, al cual doto de unas enormes ruedas. El chassis original del Beetle era era recortado 14,5 pulgadas, dando asi un vehiculo chico, agil y rendidor para la playa y los medanos. Decidio llamarlo “Meyer Manx”, por una raza de gatos de cola corta, al cual le recordaba la forma del buggy. De allí en adelante, la historia sigue hasta nuestros dias. Historia de los buggys en Argentina En Argentina, esto sucedió a partir de los años ´70 con la aparición de los modelos Puelche y Burro, el primero creado por Juan Garbarini en las cercanías de la ciudad de La Plata, y el segundo por Máximo Aldunate titular de firma Dicky S.R.L. en Capital Federal. Prácticamente al mismo tiempo, comenzó el desarrollo y producción de varios modelos más, ejemplo de esto es la aparición del Potro (único buggy argentino hecho bajo licencia de Meyers) el Galgo, Buguetta, Brama etc. Todos nuestros buggys se ofrecían en forma de kit o bien armados por los fabricantes. En esos años proliferaban los modelos Renault Dauphine y Gordini, y cualquier poseedor de algunos de ellos podía con pocos conocimientos montar sus mecánicas en los kits que se ofrecían y así producir un automóvil en forma absolutamente artesanal pudiendo documentarlo sin grandes complicaciones, como rearmado o armado fuera de fabrica.
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